Humberto Valdés Díaz (1924-1994) quien firmaba como VAL, y dejó una obra que, a 31 años de su muerte, es capaz de sacar más de una sonrisa.
Originario de San Nicolás de Bari, trabajó en el semanario Zigzag dónde aprovechó las oportunidades del medio para amplificar las protestas del sector azucarero y la pobre vida que sus obreros llevaban en esa época.
Después del triunfo de la Revolución, teniendo en cuenta su formación como químico industrial, pasó a trabajar en el sector empresarial como respuesta a un llamado del Che.
Se desempeñó como administrativo de la fábrica de conservas de frutas y vegetales de Colón, Matanzas. También trabajó como en varios centrales azucareros como el Juan Ávila hasta que el año 1966 se incorporó a Palante.
Fue el creador del gustado personaje Crisanto Buena Gente que tipificaba al administrador timorato y cuyas caricaturas tienen vigencia a día de hoy.
Sus crónicas sobre Nuestra América recrearon de manera satírica el colonialismo al que ha sido sometido nuestro continente a lo largo de su historia. Otro de sus espacios recordados es la sección Concluso para Sentencia.
Como homenaje a esta destacada figura de la historia palantera, la galería de nuestra sede lleva su nom
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